lunes, 15 de marzo de 2010


Anoche compartimos la casa. Yo dormía en un sillón y él en mi cama. Al fin había logrado concebir el sueño, cuando de pronto escuché unos gritos que me desgarraron. Era una voz ahogada, atrapada, dolorosa. Sin integrarme del todo, me levante y corrí donde él dormía. Se movía de un lado a otro, temblaba, y apenas salía su voz, acaricie su rostro y le dije, qué pasa? El gato, el gato esta sobre mí (me dijo entre sueños)
Yo todavía siento el terror de esa imagen.

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